AÑO DE HIDALGO
Artemio no dejó
en caja ni para la luz
Luisa fue parca en su mandato: solo
robó lo indispensable para el lifting
y el pago de contado
de su Cherokee azul
Dora
en cambio
compró
doscientas pantaletas
cien pares de zapatos
y noventa sostenes
fue diputada lo
mismo que Alma Alicia
Pedro
exalcalde
compró terrenos
lo más al norte posible
de la ciudad que gobernó
Pepe fue secretario
de Salud
ochenta y siete días
con catorce horas
y dieciséis minutos:
lo sorprendieron metiéndole
una parte del cuerpo
a su asistente personal.
Su antecesor en el cargo
compró una casa
y la manzana
donde se encuentra
esa casa
Mientras iba de compras a Laredo
aumentaban los pacientes
con dengue o hepatitis
Es el año de Hidalgo
dicen
Y se llevan a casa
los traseros
las tetas
Todo el menaje
de sus salas de juntas
y el mueble
más preciado en la oficina:
el taconeo mecanográfico
la besocopiadora
y la máquina del sex
que envía por teléfono
el oficio en que consta
el porcentaje de jadeos
y el tiempo que tardaba
el paladar en completar
su ordeña
Es el año de Hidalgo
insisten
Y el paso a desnivel estrena grietas
El camellón del barrio
tiene un árbol perdido en la maleza
y el agua que bebieron
nuestros hijos autistas
llevaba pesticida organofosforado.
La sangre que viaja
en estas venas
es débil
como sangre de mosco
Es el año de Hidalgo
Y empiezan a hormiguear
las manos
del secretario en funciones
del edil en el cargo
del tribuno roncando en la curul
¿Alguien dejará algo?
¿Unas monedas para comprar penicilina?
Sólo dejaron
un desarmador
una llanta ponchada
el sillón principal con un resorte
fuera
Y el sueño de los otros
Más débil cada vez
Más frágil
Más indefenso
ante el
Año de Hidalgo.