domingo, 2 de septiembre de 2012

INSURGENCIA



APOSTILLAS A JORGE


No importa
Jorge
que tú seas el autor

Tampoco me molesta
que hayas elegido
la portada de mi libro
de Español
para inmortalizarla

Yo la amaba
desde antes de saber
de su existencia

Sabía
incluso
su nombre de pila

Y como dice
la nota en La Jornada

tú la pintaste así:

ojos profundos, cabello azabache, piel morena, bien formada, un tanto corpulenta, segura de sí misma, majestuosa.






Sus amigos le decíamos
desde hace cien años
Vicky de cariño

Vivía en la calle Hidalgo
cerca del jardín
en el centro de Tlaxco

Pero era para ti
Jorge

De todas formas
la besábamos
mientras el profesor
daba la espalda al grupo
y escribía con tiza
la página a estudiar
en el libro de Historia

Siempre junto a mí

Junto a la axila

Junto al pecho

Junto al pequeño corazón







No

Ella no mide
120 de ancho
ni 160 centímetros
de largo

No fue pintada
en el sesenta y dos

Tampoco es verdad
que se han impreso
523 millones de copias
de tu imagen

Victoria

(y ahora
te llamo
por tu nombre
porque ya
somos mayores)

“no hay ni datos en el registro civil ni en los libros de bautizo, no hay familiares”, dice tu nieto Marcel. “Nadie sabe nada de ella en ese lugar”.

¿Existes?

¿Eras de papel o de piel?



¿Cuál era tu forma
para enrojecerme de deseo?

¿Cómo tu voz?
¿de qué tersura?

¿Y tu andar
en las calles del pueblo?

“Pero sí existió”
dice Marcel
aferrado al recuerdo.

“Mi abuelo la conoció a los 16, estaba casada con el guarura de un político”.

Pero él ya la había pintado muchos años antes.

porque
las
facciones
de
Victoria

son idénticas
son idénticas
son idénticas

a las
de las

mujeres

que pintó mucho antes (dixit)

qué latidos
despertaban tus sueños
desde el fondo
de mi libro
de Historia

ella
enarbolando
sujetando
aferrando
la bandera de México

ella
en su veste sagrada
en su ligera vestidumbre
elevando
mi fiebre
endureciendo
mi nacionalidad

Ella no quería ser su modelo, decía que su marido la iba a matar.

Y era tuya
Jorge
porque
al final aceptó, dejó al esposo

y nunca más
Jorge
se volvió a saber de ella

de Victoria



La Patria
de mi libro de texto

de primaria.

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